Life

Vuelve el blog de viajes

Toc toc…¿hay alguien?

Volver a escribir por aquí me hace muy feliz y a la vez me siento rara.

Como cuando te vas de un sitio en el que todo el mundo te conoce y después de cierto tiempo reapareces.

Dejar de escribir nunca estuvo en mis planes. Fue algo que ocurrió sin darme cuenta. Un día me desperté y Happy Viajera había dejado de tener sentido. Recuerdo mirar el blog y sentir que ya no me gustaba ni su estética ni lo que contaba. De repente mi hobby empezó a darme mucha pereza. Además por aquella época mi trabajo consistía en escribir para otras webs.

Cuando tu hobby se convierte en tu trabajo, automáticamente deja de ser tu hobby.

El cierre del blog coincidió con el final de una etapa. Mi vida acababa de dar un giro de 180 grados y era como si de repente me sintiera en la obligación de hablar de eso por aquí. Y a mí no me apetecía hablar ni dar explicaciones reales de por qué me estaba volviendo a España.

Así que cuando llegué a España lo dejé ahí aparcado.

A los pocos meses me dio una contractura muy fuerte en el cuello y tuve que estar unos días en casa guardando reposo. Pensé que quizá era el momento de retomarlo. Abrí el blog y empecé a escribir. Borraba y escribía, borraba y escribía. Las palabras no salían como antes, estaba bloqueadísima a nivel creativo. Leía un párrafo y pensaba «esto es un horror», «no me gusta», «pfff vaya cuadro».

Obviamente algo no marchaba bien.

Ese algo era yo.

Pasaron los días, los meses, las estaciones. Llovió, nevó, hizo sol. Pasó navidad, pasó carnaval, pasó el verano.

Y con el paso del tiempo…Todo pasó 🙂

Casi dos años para reconciliarme con este espacio que tantas alegrías me había dado.

Mientras estuvo cerrado, el año pasado hubo una temporada que me dio por cambiarle todo el diseño estético. Parecido a cuando terminas una relación y decides apuntarte al gym, cortarte el pelo, comprarte ropa nueva y ponerte monísima. Lo que viene a ser arreglar lo de fuera para que ni siquiera una misma note el desastre de dentro.

Pues me pasó un poco eso con el blog.

Una tarde me dio por desmontarlo entero y lo cambié de arriba abajo.

Lo quería dejar bonito y renovado. Quería un nuevo patrón de colores, un nuevo lettering y una estructura más moderna. Tenía muchas ideas. Quería que se viera bien lindo por fuera así que empecé a hacer cambios a nivel estético.

Lo miraba y lo volvía a mirar. Hacía scroll up and down una y otra vez.

Lo había dejado súper bonito, pero cuando llegaba el momento de escribir las palabras sonaban vacías y en el escritorio WordPress todo estaba desordenado, los plugins sin actualizar y había un montón de fotos repetidas ocupando espacio en la biblioteca de medios. Un auténtico caos.

¿Qué sentido tenía que se viera bonito por fuera si por «dentro» era un completo desastre?

Decidí colgar el «cartel» de coming soon. Decidí dejarlo por un tiempo. Decidí pausarlo sin pensar en una fecha para retomarlo. Volvería a escribir sólo cuando me apeteciera escribir.

Y eso mismo es lo que estoy haciendo ahora, en diferente lugar, diferentes teclas y diferente yo, pero escribiendo porque me apetece. Porque ahora sí que vuelvo a tener la fuerza y las ganas de hacerlo y siento que las palabras salen por sí solas desde la punta de mis dedos ágiles al teclado.

¿Sabes qué hice días antes de sacar el «cartel» de coming soon?

Me cargué todo el diseño estético. Tenía una landing súper chula con letras en movimiento, un mapa en gigante, secciones que iban apareciendo según avanzabas en la página…muchos colores, un lettering nuevo…. y pensé: » a la mierda todo» y lo borré y volví a lo simple, al formato blog de toda la vida.

Ya no necesito que el blog se vea bonito por fuera.

Ya no necesito un diseño que entre por los ojos para atrapar al lector. Yo ya no escribo para que me lea nadie, ya no me importan las métricas de la web, ya no cuento visitas, ya no tengo newsletter, ya no voy a hacer post como si fuera una guía de viajes y ya no voy a subir cientos de fotos de lugares super cool.

Todo eso ya se acabó.

Quiero volver a escribir con la inocencia de cuando empecé. Cuando escribía por placer sin esperar nada a cambio.

La última temporada del blog sólo quería que creciera y llegara a más y más gente y ahora me apetece justo lo contrario, quiero que este espacio sea más del rollo «Petit Comité» y que no esté pululando por aquí tanta peña.

Quiero que la gente que me lea lo haga porque realmente le importa o le inspira lo que digo. No tengo la necesidad de convencer a nadie con post atractivos porque ya no busco nada a cambio.

Escribo por puro placer.

Que se quede quien quiera estar.

Con eso me basta 🙂

Icía.

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